-Llega un día, en que tu hija se empieza a arreglar más de lo habitual, a preguntarte si está guapa antes de salir a la calle, a mandarse WhatsApp con mayor frecuencia, a querer hablar por teléfono más a menudo y de forma privada…Y entonces lo sabes, te das cuenta de que ha llegado el día en que tu hija está enamorada.
-Hay dos cosas que no debemos hacer nunca. La primera, es reírnos de lo que nuestros hijos están sintiendo. Son emociones, y estas nunca deben ser motivo de mofas, risas o burlas, sino de respeto. La segunda, es anticiparnos diciéndole que no se ilusione en exceso porque el primer amor se queda en eso.
-Aprovecha el momento de felicidad que está viviendo para compartirlo, acercarte a ella y mantener abiertos los canales de comunicación, y sobre todo, escúchale. La comunicación y la escucha activa, es una llave que va a posibilitar que tu hija recurra a ti en lo positivo y también cuando le surjan dificultades.